viernes, octubre 31, 2003

Cine-Teatro 25 de Mayo

Este proyecto fue presentado por los firmantes el 2 de junio de 2201, sin suerte para los vecinos, pues no fue tratado o sea no le intereso a ninguno de los legisladores de esa época, ya fueran de derecha, centro, izquierda o sus intermedios.
Consideramos que tal vez este sea el momento y por tal motivo lo volveremos a presentar a la brevedad. Que les parece ?
Sería interesante que nos den su opinión. Por ahora les dejo esta dirección
osvermar@hotmail.com , más adelante instalaremos un lugar para que dejen vuestra opinión.
Nos vemos


Ciudad Autónoma de Buenos Aires 2 de junio de 2000

Señor Vicepresidente 1º de la Legislatura
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Dr. Anibal Ibarra
Nos dirigimos a usted y por su intermedio a todos los diputados de la Ciudad, para que consideren la posibilidad de declarar de Interés Público y sujeto a expropiación al inmueble sito en la Circunscripción16-Sección 51-Manzana 53- Parcela 25º- Avenida Triunvirato 4436/40/48 del barrio de Villa Urquiza, para ser destinado al funcionamiento de un Centro Sociocultural que contenga la promoción de actividades artísticas y sede de la futura Junta Comunal.
El edificio, Teatro 25 de Mayo, fue construido en 1928, de acuerdo a los planos aprobados de las instalaciones sanitarias que se encuentran en la actual empresa Aguas Argentinas ( ex Obras Sanitarias de la Nación ). Fue habilitado como sala teatral y sala de proyecciones cinematográficas hasta su cierre en el año 1982. Generaciones de vecinos de Villa Urquiza y de la ciudad en general, vivieron momentos inolvidables en sus instalaciones que no se limitaban a las funciones de cine y teatro, sino también a la entrega de diplomas y medallas de fin de curso, a los alumnos de varias escuelas de la zona y a la actuación de murgas y comparsas en los festejos de carnaval. Figuras como Olinda Bozán, Jorge Salcedo y Carlos Gardel son algunas de las tantas que deleitaron a los vecinos y fue escenario de obras montadas por varias compañías de teatro independiente.
Desde su cierre permanece cerrado con mamparos, que son utilizados por empresas de publicidad para la pegatina de afiches. Su situación actual es de total abandono, apreciable a simple vista, con sus ventanales de vitrales rotos y la falta de aseo en sus veredas, que afectan no sólo el patrimonio histórico de la Ciudad, sino también la estética y la salud barrial.
Vecinos de la ciudad y reconocidas instituciones sociales, vienen desarrollando gestiones ante distintos organismos para su recuperación como Centro Cultural, y desde esa condición generar distintas actividades culturales y sociales en beneficio de los habitantes de la Ciudad. Desde hace aproximadamente diez años, distintos actores sociales de la zona pugnaron por la reapertura del mismo, más a partir de octubre de 1996 en que se conformó la Comisión de Vecinos por el 25 de Mayo, que, mediante la realización de distintos tipos de eventos lograron darle forma al legítimo reclamo. A esta inquietud adhirieron, centros de jubilados, comerciantes, cooperadoras escolares e instituciones como la Asociación Argentina de Actores, Asociación Gardeliana, Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina, Club Río de la Plata, Voluntarios del Parque Centenario, Urquiza Coral, Comisión de Deportes del Distrito Escolar 15, periódico barriales como Lo Que Faltaba, que acompañó el reclamo desde su inicio, La Gran Aldea y más de 4000 ( cuatro mil ) firmas de vecinos. Se realizaron gestiones ante la Comisión de Cultura del ex Concejo Deliberante, la Casa de la Cultura de la Ciudad, la Comisión Nacional de Sitios y Monumentos Históricos y por último en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se presentaron en abril de 1998, dos proyectos de ley que afectan al inmueble como Area de Protección Histórica. Los mismos, a la fecha, se encuentran en la Comisión de Planeamiento Urbano.
En las últimas reuniones de la Comisión de Vecinos por el 25 de Mayo, se evaluaron las citadas gestiones realizadas y las actividades culturales y deportivas desarrolladas. Por tal motivo se decidió realizar la propuesta que hoy elevamos a este cuerpo, que contempla la posibilidad, además de su reapertura como centro cultural, sala de teatro y cine, de contener en el histórico edificio la sede del Gobierno de la futura Comuna, dado que se encuentra en un lugar de fácil accesibilidad a la mayoría de los vecinos de Villa Urquiza, Villa Pueyrredón y Saavedra, pues consideramos que cubre las necesidades de la zona, justificando plenamente las partidas que deberían asignarse al mismo. Debemos mencionar que la citada comisión, en sus casi cuatro años de vida, ha desarrollado su actividad, en un período intensivamente, en forma abierta y participativa. Por tal motivo muchos vecinos aportaron y aportan su tiempo en pos del objetivo que dio origen a su creación. Vecinos como Elena Val, Ricardo Brun, Leonardo Odierna, Lilian Fisher, Irene, Juan Haddad, Mario Masquef, Américo Mezzatesta, Carlos Barsanti, Lautaro Erratchu, Graciela Grillo y muchos más, fueron los que, junto a los firmantes y a todos los que adhirieron y avalaron con su firma, los que allanaron el camino en la lucha por la recuperación del Teatro 25 de Mayo. Son los que día a día motivan con su dedicación, la suma de nuevos actores.
Estamos convencidos que los miembros de esta Legislatura se ajustarán al espíritu de la Constitución de la Ciudad, en lo referente a la protección y resguardo de nuestro patrimonio histórico cultural en todas sus características. Además, cubrirán la carencia de un sitio de expresión de distintas expresiones culturales en la zona y se le aportará a la futura comuna, un sitio reconocido por todos.
Quedamos a la espera de la sensibilidad de los señores Diputados y Diputadas de este legítimo pedido y por lo tanto solicitamos lo hagan suyo, tomando la representación del mismo.
Sin más que agregar, saludamos a usted muy atentamente.


Por la Comisión de Vecinos por la recuperación del 25 de Mayo


Fabio Márquez Eduardo Bugni Osvaldo Marengo

sábado, octubre 25, 2003

Las ciudades Invisibles

El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.
Italo Calvino “Las ciudades Invisibles”


jueves, octubre 23, 2003

Nuestro paí­s, nuestra ciudad

Pensar en un mejor paí­s no es tarea fácil, exige un gran protagonismo, un compromiso inquebrantable y un quehacer cotidiano, en cada lugar, en cada esquina, en cada puesto de trabajo, en los hospitales y los mercados, escuchando la radio y viendo televisión. Eligiendo un camino entre las calles sin salida que nos invitan a transitar los espejos de colores de lo innecesario, fútil y falso.
Debemos volver a los espacios solidarios de los que nos han alejado esas leyes de mercado, que solo obedecen a los que manejan los instrumentos del poder.
El mejor no es el mejor dotado socialmente, sino el que ganó, el más poderoso.
Debemos contribuir a crear espacios de discusión abiertos, no solo para difundir nuestras razones, sino para compartir propuestas de solución equitativas a los problemas que enfrentamos como cuerpo social. Debemos defender los derechos de todos.
Nacer da derechos naturales y jurí­dicos. Naturales como el derecho a vivir, crecer, alimentarse, amar y morir con dignidad. Jurídicos, porque el hecho de ser persona, nos faculta a vivir en igualdad con nuestros semejantes, por ello es que debemos luchar por su vigencia. Las leyes economicistas, solo habilitan al que tiene la sartén por el mango, y el mango también.
Luchar por un país más justo, donde los jubilados tengan el respeto y los recursos para disfrutar de un bien merecido descanso, en donde nuestros hijos puedan estudiar en escuelas dignas, con docentes que gocen del privilegio de enseñar, en donde las mujeres puedan soñar con el hijo que desean y cuando llega, poder darle no solo cariño sino todo lo que un niño precisa para crecer y vivir en sociedad.
Pero esta posibilidad no es un don del cielo, sino un objetivo compartido por todo el cuerpo social. Hay que ganarlo con la tarea pequeña y a la vez grandiosa del trabajo, el protagonismo y el compromiso militante.

Osvaldo Marengo
D. Colodrero 2841